La Mesa de Gestión Interjurisdiccional de la Cuenca Cildáñez (MGICC) el día viernes 23 de octubre mantuvo su segundo plenario, participaron el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), la Red de Adecuación Ambiental de la Cuenca (RAAC), la Red Intercomunal de la Cuenca Cildáñez (RICC), la Junta Comunal 9, la Asociación de Usuarios y Consumidores, organizaciones sociales y vecinos.

Esta nueva instancia de trabajo, surge a partir del  camino que se inició con las inundaciones en el año  2013, que llevaron a construir la Red Intercomunal de la Cuenca Cildáñez, con el objetivo de  realizar un mapa de riesgo,  generar  un diagnóstico de la situación  y evaluar de qué manera se empezaba a resolver toda la problemática ambiental. Se trata de  un entramado de instituciones y personas que trabajan en la Comuna 9, comprometidas con el saneamiento, el desarrollo industrial y territorial.

Este espacio viene funcionando con distintos grupos de trabajo. Por un lado, están quienes realizan un mapeo participativo, reflejando toda la información dispersa sobre la cuenca; después están quienes monitorean las obras que se están haciendo y las que deberían encaminarse y que, además, promueven la generación de un biocorredor para articular las superficies verdes que existen en la Comuna 9 a lo largo de toda la traza del Arroyo Cildañez. Esta traza lineal articulará los espacios verdes comenzando en el Parque Alberdi, pasando por el Parque Avellaneda y culminando en el Parque Indoamericano. La gran ventaja de originar biocorredores en la ciudad, es que las aves e insectos puedan transitar de un espacio verde a otro, produciendo circuitos de vida muy importantes para la urbe y devolviendo su esencia a los ríos y arroyos, como generadores de vida. En las ciudades el avance del hombre sobre la naturaleza, la ausencia de un control estatal y la falta de conciencia de los individuos, causan la pérdida de este objetivo natural que tienen los ríos y arroyos, como fuente de vida.

El arroyo Cildáñez atraviesa varios barrios del sur porteño. En la Comuna 9 se encuentra entubado pasando por Mataderos y Parque Avellaneda. Uno de sus brazos pasa por debajo del Mercado de Hacienda Liniers. Por eso, es importante que el gobierno porteño, tal como lo prometió en su visita al Mercado, efectivice un proceso participativo sobre la planificación del uso que tendrán las 32 hectáreas del predio donde funciona actualmente el establecimiento de comercialización ganadera, las cuales quedarán libres, luego de su mudanza de Mataderos a Cañuelas, provincia de Buenos Aires, prevista para el mes de noviembre. Se definió dicha mudanza, producto del alto impacto ambiental y sus consecuencias de contaminación, ya que los efluentes del Mercado de Hacienda son vertidos sin tratamiento en la subcuenca del arroyo Cildañez. Por otro lado, se generarán alrededor de 7 mil nuevos puestos de trabajo en el establecimiento a estrenar.

Se identificaron ochenta empresas contaminantes de la cuenca del arroyo Cildañez, que desemboca en el Riachuelo a la altura del Parque de la Ciudad. Entonces, en la medida en que se conocen los problemas, se puede empezar a entender de qué manera resolver algunas de dichas situaciones. Para esto, ACUMAR cuenta con la Red de Adecuación Ambiental de la Cuenca, que ofrece a las empresas un programa de reconversión para que dejen de contaminar y les otorga también, los créditos monetarios necesarios para su adecuación.

Durante dicho encuentro, hubo un acuerdo metodológico con el GCBA y ACUMAR, de cómo van a funcionar las instancias de participación, se incluirá el armado de talleres participativos, para convocar a más ciudadanos de la cuenca interesados en estas temáticas y otras, que puedan ser articuladas, enriqueciendo la agenda de trabajo y definiendo estrategias para dar solución efectiva a los problemas.

Ana Laura Ruoti