“Basta de Demoler” invita a participar de   la audiencia pública del 06 de noviembre  para discutir el proyecto de ley que modifica el Código Urbanístico de Buenos Aires, incluyendo la protección de 4275 nuevos edificios como patrimonio arquitectónico. Explican que es crucial que se participe para lograr una ciudad con un desarrollo equilibrado. Los vecinos pueden  inscribirse  en el sitio de participación ciudadana hasta el 31 de octubre. No es necesario ser experto para opinar.

Para anotarse visitar https://participacion.legislatura.gob.ar/audiencia2/276.

Desde esta organización que lucha por preservar el patrimonio histórico de la Ciudad de Buenos Aires , explican : Los 4275 edificios a proteger son el resultado de años de reclamos vecinales por reglas claras tanto para vecinos como para la industria de la construcción. Desde la primera ley de protección patrimonial de 2007 hasta los fallos judiciales que ordenaron al GCBA completar el catálogo de bienes patrimoniales. Por eso, en colaboración con la FADU, se realizó un estudio donde se analizaron 140.000 edificios anteriores a 1941. Pero solo 4275 fueron seleccionados para su protección legal en la Legislatura. El bajo número a proteger explica la cantidad de demoliciones de diversas vanguardias y estilos arquitectónicos.

La falta de lugar a la participación ciudadana en las decisiones es evidente. Los proyectos de ley sobre edificios a proteger no se debaten en las comunas ni en consejos consultivos o pierden estado parlamentario. Además, existen excepciones sin justificación clara por parte de organismos como la DGIUR y el CAAP. A pesar de los fallos judiciales, el GCBA ha otorgado permisos cuestionados en la Justicia, evidenciando discrecionalidad y falta de transparencia.

Aunque la población de Buenos Aires se mantiene constante desde mediados del siglo XX, se construye más y a mayor altura, sin respetar lo existente ni mejorar la infraestructura. Lejos de solucionar el déficit habitacional, las obras se destinan al mercado ABC1, con unidades vacías debido a la sobreoferta.

Existen herramientas dentro del Código Urbanístico, como el Fondo Para la Recuperación de Bienes Catalogados (FEREC), que nunca se ha implementado. También hay programas de recuperación de patrimonio para reconversión a vivienda social.

La densidad mal aplicada altera la escala urbana, genera “islas de calor” y afecta la infraestructura y los espacios verdes. Es hora de repensar la ciudad desde paradigmas del siglo XXI, con democracia participativa y preservación de los recursos naturales, culturales e históricos, ya que el edificio más verde es el que ya está construido”.

                                                             Redacción Línea Oeste