El domingo 26 de septiembre a las 13 hs.  dío inicio esta actividad organizada en el marco de la Mesa de Trabajo y Consenso  del Parque Avellaneda, donde participaron algunos de los grupos de trabajo, que integran la Gestión Asociada y Planificación Participativa de uno de los más extensos  parques de la Ciudad.  

En el espacio de la Huerta Comunitaria se desarrolló esta Jornada para niños y adultos, disfrutando de la naturaleza. Participaron el Centro de Salud y Acción Comunitaria Nº 13, que funciona hace 40 años en el parque, y la Biblioteca del Parque Avellaneda, que se ubica dentro de la Casona de los Olivera.

Fue una tarde de reencuentros a puro sol, que transcurrió compartiendo e intercambiando saberes luego de los meses de aislamiento por la pandemia de Covid-19. Hubo una recorrida por los canteros de la huerta, que vienen siendo recuperados por un grupo de vecinos, intercambio de semillas y plantines, suelta de libros, recetas de tinturas madre, un mapeo colectivo de salud, clase de Chi Kung  y juegos para los niños.

La Huerta del Parque Avellaneda fue creada en el año 2001 con los cursos que dictaba el Centro de Capacitación Ambiental, conformando una de las estrategias de la Mesa de Trabajo, el Grupo Estrategia de Medio Ambiente (GEMA), según lo establecido en el Plan de Manejo del Parque. En esta huerta educativa, los alumnos realizaban las prácticas correspondientes a los cursos. Luego, los egresados continuaban realizando tareas de mantenimiento y cuidado, fortaleciendo el sistema participativo del parque. Todo este trabajo se desarrolló hasta el inicio de la pandemia, en el que la huerta cerró sus puertas al público y a sus trabajadores. Los docentes del Centro de Capacitación perdieron sus contratos de trabajo como empleados del Gobierno de la Ciudad. Será una tarea de los vecinos y trabajadores del parque, gestionar y planificar organizados la recuperación de este espacio comunitario tan valioso de nuestra ciudad.

La importancia fundamental de la promoción de estos espacios para una vida más saludable, no se encuentra en la agenda política, aún. Sin embargo, los ciudadanos comprometidos con el “buen vivir” llevan adelante la tarea de sostener, propagar y difundir las experiencias de este tipo. 

La huerta agroecológica es una forma natural de producir alimentos sanos durante todo el año. En sus prácticas, se intenta imitar los procesos que se dan en la naturaleza, respetando sus leyes y la vida que ella nos brinda. Se producen alimentos libres de agroquímicos, lo cual favorece a la salud de las personas y colabora con el cuidado ambiental.

Por eso, están todos invitados “manos a la tierra”, para transformar este presente de desequilibrio ambiental, climático y socioeconómico.

Pueden realizarse las visitas a la huerta los fines de semana por las tardes. Y los interesados en formar parte del Grupo de Trabajo de la Huerta Comunitaria, podrán sumarse para multiplicar el esfuerzo y dedicación, que requiere sostener un espacio  como este.

Ana Laura Ruoti