Por Ing. Agr. Carlos Carballo*
Integrantes de la Facultad de Agronomía de Buenos Aires (FAUBA) en diálogo con el Grupo ASUMA (Cooperativa Interdisciplinaria) desarrollaron una propuesta para utilizar un área de 7100 m2 del campus de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) que limita con la Av. F. Beiró al 3200, recientemente recuperada, para instalar un centro de venta de productos agro ecológicos y de cooperativas.
A través del Expte. 18.089 del primero de marzo de 2019 se puso a disposición de las autoridades la fundamentación y croquis ilustrativos de la misma, a fin de ser tratada por la comunidad de la FAUBA, conscientes de que era necesario -y posible- consensuar la propuesta con otros usos alternativos que la Facultad de Agronomía de la UBA estaba evaluando.
En este espacio, parte del segundo pulmón verde en importancia de la Ciudad de Bs. Aires-CABA (uno de los últimos relictos de ruralidad y producción agraria en la misma) se propone vincular servicios de la agricultura familiar y la economía social solidaria con las demandas de los vecinos y las actividades ya desarrolladas por la Facultad de Agronomía.
El logro de estos objetivos requiere la activa participación de la comunidad de la Facultad y de los sectores sociales interesados.
Los desafíos de la humanidad para superar la “crisis civilizatoria” que compromete la vida en la Madre Tierra, también se expresa en Argentina, donde se multiplican los esfuerzos para dar respuesta a críticas situaciones productivas, ambientales y alimentarias-nutricionales a la que procura contribuir con iniciativas de diversa índole. El rol de la Universidad Pública es necesario e indelegable al respecto.
La Madre Tierra
Ampliar el acceso a derechos básicos reconocidos por Pactos Internacionales y la Constitución Nacional requiere una democratización del Sistema Agroalimentario, lo que implica fortalecer iniciativas de los agricultores y la economía social solidaria.
Si la alimentación es un derecho, el alimento no puede ser una mercancía más, sino un bien social. Debemos cambiar nuestra forma de consumir, de producir y nuestra relación con la naturaleza, lo que per
mitirá transformaciones profundas a nuestro alrededor. Que los cambios alcancen al conjunto de la sociedad será posible si articulamos comunitariamente en estos puntos:
Si los consumidores-ciudadanos cuestionamos las pautas alimentarias que se nos imponen y tendemos “puentes” fraternos con los productores de nuestros alimentos
Si productores, trabajadores y consumidores logramos mayor participación democrática e incorporamos en nuestro trabajo ”valores” como el cuidado de la salud y la vida, básicos para construir una economía más solidaria
Si el Estado promueve el arraigo y el desarrollo sostenible, facilita el acceso a la tierra, al agua, a tecnologías adecuadas y al financiamiento a quienes trabajen responsablemente y sanciona a quienes atenten contra el bien común y la naturaleza;
Si el sistema científico y la universidad educan para la vida y priorizan el desarrollo de tecnologías que contribuyan al bien vivir de las mayorías.
Propuesta de la FAUBA
El conocimiento construido a través del diálogo con la comunidad universitaria, programas y áreas del Estado, comercializadores solidarios, agricultores y otros actores de la economía social, redes, nodos de consumidores, educadores, VECINOS, etc. permiten reconocer experiencias y actores relacionados con otras formas de alimentarse y cuidar la vida.
Por eso la Propuesta “El Mangrullo” se asienta en la premisa de “mirar el horizonte con los pies en la Madre Tierra” y en una estrategia participativa basada en el compromiso de la comunidad de la FAUBA y de los actores sociales, a fin de:
generar un área de producción hortícola agroecológica demostrativa, educativa y productiva de alimentos, plantines y semillas, con activa participación comunitaria;
realizar ferias permanentes, periódicas o temáticas, a través de las cuales se facilite el vínculo directo productores- ciudadanos consumidores y se expresen la producción, la vida y la cultura de los distintos territorios y la acción de la Universidad;
crear áreas destinadas a recreación, demostración, talleres, actividades artísticas, culturales y deportivas, con disponibilidad de espacios para “materas” y servicios varios ligados a la alimentación en el lugar, y a unidades de consumo solidario que reduzcan costos al personal de la FAUBA y vecinos;
instalar un centro de acopio que albergue cadenas logísticas para el almacenamiento, fraccionamiento y comercialización de alimentos agroecológicos y de la economía social;
demostrar la factibilidad de la utilización de tecnologías y procesos que implican otro tipo de relación con la naturaleza, recogiendo y aprovechando agua de lluvia, generando energías alternativas, reciclando los residuos, incrementando la autoproducción.
1.- Objetivos generales
a.- Hacer más visible el compromiso de la Universidad Pública con la formación, investigación y extensión relacionada al acceso a la alimentación saludable, al ambiente sano y otros derechos básicos de la población.
b.- Potenciar el desarrollo de alternativas que democraticen la producción, circulación y consumo de alimentos sanos y seguros, facilitando el acceso a los mismos a toda la población.
c.- Establecer un diálogo entre los consumidores, vecinos, productores familiares, organizaciones de la economía social, e integrantes de la comunidad de la facultad, contribuyendo a la sostenibilidad de las alternativas que crecen en el país.
2.- Objetivos específicos
a.- Desarrollar un centro de acopio alimentos de la economía social de la ciudad y el país, para el almacenamiento, fraccionamiento, empaque y distribución de alimentos no perecederos provenientes de zonas alejadas y alimentos frescos de áreas próximas.
b.- Facilitar áreas de encuentro e intercambio, a nivel local, regional y nacional, permitiendo conferencias, exposiciones y presentaciones artísticas y culturales; peñas y recitales abiertos que permiten el contacto con la producción y el ambiente rural.
c.- Posibilitar la realización de ferias agroecológicas; “del productor al consumidor”; generando mercados de alimentos de la agricultura familiar y de la economía social.
d.- Realizar actividades relacionadas con el área de producción hortícola a instalar como proveedora de eventos de la facultad y de bares-comedores de Agronomía y Veterinaria.
e.- Realizar actividades de investigación y formación en los procesos de la agricultura familiar, la economía social y el consumo saludable.
f.- Generar nuevas relaciones con el ambiente, captando y utilizando energías renovables y agua de lluvia; clasificando, reciclando y compostando los residuos generados; creando un vivero de especies nativas, jardines de mariposas, etc.
La importancia de la propuesta para la ciudad
La Propuesta “El Mangrullo. Ambiente y alimentación responsable” se encuentra integrada al “corredor de biodiversidad” que relaciona a las Facultades de Agronomía y de Veterinaria –donde se encuentra uno de los últimos resquicios de ruralidad y paisaje productivo dentro de la ciudad- con otras áreas de la Comuna 15. El mapa siguiente muestra un espacio único, de fácil acceso a un futuro nodo de distribución y abastecimiento de alimentos sanos de gran capacidad.
Propuesta Participativa
La construcción integral de este espacio para la venta de productos agroecológicos y de cooperativas, está basada en esfuerzos intelectuales, artísticos y físicos de participación masiva que incluye a los vecinos de los barrios que rodean a la facultad, a la comunidad universitaria y a las organizaciones y personas identificadas con los objetivos del Espacio. Algunas de las estrategias previstas para la concreción de esta importante obra incluyen:
Trabajos realizados por cooperativas de la construcción y cooperativas metalúrgicas que producirán y proveerán las estructuras base.
voluntarios que colaboren con los especialistas para levantar y ensamblar las estructuras.
siembra y mantenimiento de un área hortícola agroecológica demostrativa y productiva; producción de plantines de hortalizas destinados a las huertas escolares y vecinales; formación de “huerteros” y seguimiento de las huertas de los barrios vecinos.
plantación y mantenimiento de vivero para la producción de árboles de especies nativas; distribución y plantación colectiva de los árboles obtenidos.
corredores biológicos; se harán trabajos de jardinería voluntarios colectivos, con talleres de conceptualización acerca del cuidado y mejoramiento del ambiente y la importancia de los corredores biológicos. Se trataría de extender la propuesta a los barrios vecinos uniendo biodiversidad barrial con la del predio de la Facultad.
*Ing. Agr. Carlos Carballo G. (soberalimentaria@agro.uba.ar)
Fuente: www.eladanbuenosayres.com.ar
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