El acceso al río ayudaría a mitigar las olas de calor, así lo expresó Patricia Himschoot especialista en medio ambiente al medio El Grito del Sur, en una nota escrita por el periodista  Matias Ferrari.

Luego de haber sufrido días pasados una impresionante ola de calor, acompañada por cortes de luz y habiendo alcanzado  un   record de temperatura en  la Ciudad de Buenos Aires  que llegó a los 41,5 grados, convirtiéndose en  la segunda marca máxima de calor histórica, luego de los 43,3 registrados el 29 de enero de 1957, debemos reflexionar sobre qué clase de ciudad queremos habitar.

Mucho es lo que se ha transformado en la Ciudad desde ese entonces y aunque las campañas de marketing impulsadas por el gobierno porteño nos dicen que es una ciudad verde los hechos muestran  otra cosa, vemos una construcción indiscriminada de edificios , disminución de espacios verdes, tala y podas mutilantes del arbolado urbano,  que se encuentra en estado de emergencia,  por el maltrato que sufre de parte de quienes deberían ser sus protectores o sea las autoridades,  y por si fuera poco    la intención de privatizar la Costanera Sur y Norte por parte del gobierno porteño que así lo votó en la legislatura  de la Ciudad,  nos hace vislumbrar un panorama aun peor.

Sin embargo los especialistas en medio ambiente dicen que la situación podría mejorar si hubiera voluntad política, al respecto dijo  la doctora en ciencias biológicas y especialista en balneabilidad Patricia Himschoot, directora de asuntos científicos de la Fundación R21 al periodista  citado: “Recuperar la balneabilidad en el Río de La Plata, que es único en el mundo, sin dudas es una estrategia para mitigar las olas de calor que sufrimos en la Ciudad. También para recuperar un espacio de sociabilidad que perdimos durante la dictadura y que hoy además se ve más amenazado aún con las privatizaciones. Forma parte de nuestra historia como porteños y porteñas: tuvimos un acceso real a una playa frente al río para el disfrute de todos y todas. Si se hacen las inversiones necesarias, es posible lograrlo. Tenemos al alcance de la mano el ejemplo de Montevideo que recuperó su zona costera a partir de los años 80. Sólo hace falta voluntad política”. Recuperar el acceso al Río es de vital importancia y ha sido recomendado  en plena pandemia por el grupo de Expertos en cambio Climático de la ONU para las principales ciudades del mundo, agrega la didáctica nota.  

“Las ventajas de recuperar el acceso al Río son múltiples. Sería todo ganancia en términos de calidad de vida. Por supuesto que se está más fresco que en una casa cuando hay ola de calor, pero la gente también es más feliz cuando está con otra, por lo que la costanera es un espacio que permite lograr comunidad, que la gente se junte. Eso me pasaba a mí de chica, y le pasaba a muchas familias, sobre todo a aquellas que quizás no tenían los recursos para irse de la Ciudad”. Agregó la científica al medio Grito del Sur.  

Agrega la científica: “Las olas de calor intempestivas e intensas llegaron para quedarse, lo mismo las lluvias que caen de golpe, en poco tiempo, lo que favorece las inundaciones. Todo lo que se logre avanzar a contramano de rellenar de cemento toda la Ciudad va a permitir amortiguar todos esos efectos indeseados y peligrosos”.

La prohibición de bañarse, sancionada a mediados de la década de los años setenta  por el entonces  Consejo Deliberante, fue una decisión que careció de estudios ambientales  serios, al respecto dice la entrevistada : “Claramente el agua estaba contaminada. Pero nos llamó la atención que no hubiese un estudio real, lo que hubiera permitido tomar otro camino quizás: en vez de cerrar el balneario y prohibir el ingreso de la gente, sanearlo, como lo hizo Montevideo, en los 80, Montevideo inició un proceso de saneamiento del río muy impactante, que les permite a sus habitantes poder bañarse”.

Fuente: El Grito del Sur