Graciela Ocaña Legisladora de Confianza Pública
La legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó una polémica ley, el primero de diciembre pasado, que busca dar publicidad a los beneficios o premios que reciben los médicos por parte de los laboratorios, según la norma estos deberan informar al Ministerio de Salud porteño el nombre y especialidad del médico, en qué consiste el beneficio, y la fecha en la que se otorgó y a través de qué medio, transferencia, aporte o regalo.
La medida fue duramente criticada por el sindicato de los Agentes de Propaganda Médica de la República Argentina (AAPM de la RA) y convocaron a los profesionales de la salud y sus organizaciones a repudiarla, ya que según expresaron en un comunicado: “pone bajo sospecha a los profesionales de la salud que podrían estar respondiendo más a los intereses económicos de los laboratorios que a la salud de sus pacientes”.
El proyecto es de autoria de los legisladores Graciela Ocaña, Diego García Vilas y Marcelo Depierro del bloque Confianza Pública,.. Según expresan desde AAPM “esta ley viene a blanquear una práctica corrupta de la industria farmacéutica, con la excusa de que ya existen estas acciones, en lugar de tomar decisiones drásticas para su prohibición, las regularon”.
La ley que aún debe ser promulgada, publicada en el Boletín Oficial y luego reglamentada por el Ejecutivo para luego entrar en vigencia, en su artículo 1ero. dice que:- “Los fabricantes, importadores y distribuidores de productos médicos, biológicos y farmacéuticos que otorguen incentivos económicos o susceptibles de valoración pecuniaria con el objeto de incentivar en forma directa o indirecta, al médico a tomar decisiones de diagnóstico y/o terapéuticas deberán informar esos pagos ante el Ministerio de Salud de la ciudad” y en su artículo segundo enumera dichas prácticas, que contradictoriamente en la fundamentación del proyecto son descriptas como "espurias": "pagos en efectivo, pagos por honorarios profesionales, pagos destinados a solventar cualquier actividad de formación profesional, pagos destinados a solventar gastos de viajes, entrega de valores, pasajes, regalos, hospedajes, gastos de representación, comidas o cualquier otro bien susceptible de valoración económica".
Se trata de prácticas que el Sindicato de los Agentes de Propaganda Médica viene denunciando desde hace muchos años , enfrentando el ataque de la industria farmacéutica, y también ha impulsado en todo el país leyes que regulan la actividad de promoción de medicamentos donde se prohíben taxativamente cualquiera de las actividades antes detalladas.
Los legisladores se inspiraron, aunque el Sindicato de AAPM, es más duro y dice en su comunicado “malcopiaron”, en un artículo de la ley "Affordable Care Act" (Cuidado de Salud Asequible), programa de salud de EEUU conocido como "ObamaCare".
Sobre la posibilidad que tendrá el paciente de saber si ese profesional ha recibido algún beneficio del laboratorio, los impulsores del proyecto expresaron : "El proyecto busca empoderar al paciente, que muchas veces ni siquiera sabe que estas cosas pasan. Lo que queremos es que a partir de ahora tenga acceso a la página del Ministerio, que debe estar actualizada y dar la información correspondiente, consulte cómo trabaja su médico y decida si quiere recibir los medicamentos o tratamientos que le receta, se trata de un primer paso que permitirá bajar los costos de salud.
A veces se indican tratamientos costosos por el incentivo que los profesionales reciben de los laboratorios, por lo que al haber un control sobre lo que se receta se estará cuidando en definitiva lo que se gasta en salud, porque cuando se malgasta en un paciente necesariamente se le restringen derechos a otro".
Entre los beneficios o premios, la norma incluye los pagos en efectivo y aquellos destinados a solventar cualquier actividad de formación profesional o gastos de viajes; así como la entrega de valores, pasajes, regalos, hospeda-jes, gastos de representación, comidas u otros bienes susceptibles de valoración económica.
Graciela Ocaña dijo:- "Los pacientes tienen derecho a conocer si el médico obra por voluntad propia o posee algún interés o ventaja en recetar o prescribir algún medicamento o práctica médica. La relación médico-paciente posee características particulares, y en algunos casos el paciente está en un estado de necesidad frente al médico y tiene el derecho de a "tomar una decisión informada".
Redacción Línea Oeste
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