Juana Azurduy  (1780- 1860) Flor del Alto Perú 
Valiente mujer nacida en Chuquisaca (actual Bolivia) que junto a su marido, Manuel Padilla, reclutó soldados indígenas para las fuerzas patriotas durante las guerras de la independencia; participó de las expediciones al Alto Perú y en la denominada "guerra de republiquetas"; período durante el cual la guerra le arrebató a su marido y a cuatro de sus cinco hijos y parió a su último hijo en medio de una batalla.
Llevaban su nombre las Cátedras de historias de mujeres en las Universidades públicas, editoriales como Las Juanas y talleres sobre género, su imagen decoraba el "Salón de las Mujeres" de la Casa Rosada (hoy recuperado) , fue inmortalizada en una conocida canción de Félix Luna y Ariel Ramírez y hasta un gasoducto inaugurado entre Bolivia y Argentina lleva su nombre. Sus restos fueron exhumados 100 años después de su muerte, para ser guardados en un mausoleo que se construyó en la ciudad de Sucre, en un homenaje especial que le hizo la Asamblea Legislativa boliviana, ciudad donde Juana había terminado sus días olvidada y en la pobreza, un 25 de mayo de 1862. Hace unos años también, esta valiente mujer de nuestra independencia recibió del gobierno argentino el ascenso post mortem al grado de Generala del Ejército Argentino.
Hoy muchos proponen su imagen en nuevos billetes argentinos.

Arturo Jauretche (1901-1974) Un gil avivado
En cualquier buscador en Internet se puede encontrar esta información:
 pensador, escritor, ensayista y político argentino, gran crítico y protagonista de nuestra  historia reciente. Nacido en la ciudad de Lincoln , provincia de Buenos Aires en 1901, murió el 25 de mayo de 1974 (el mismo día de más de un siglo después de Juana Azurduy), como si no hubiera habido un día mejor para partir que en el de nuestra emancipación.

De raíz radical, fue uno de los fundadores de FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Nueva Argentina) y  luego devenido en simpatizante peronista, director del Banco Provincia de Buenos Aires  desde donde promovió una política de apoyo a la empresa nacional que tras su caída, acompañó la resistencia. En 1973, durante el gobierno de Héctor Cámpora, fue nombrado Director de Eudeba (Editorial Universitaria de Buenos Aires) y posteriormente, vocal del Fondo Nacional de las Artes. Hacia 1974, dio sus últimas charlas en la Universidad del Sur.
Se destacó a lo largo de su vida por su honestidad intelectual y su permanente compromiso con sus ideales. Cuando desistió de dedicarse a la política partidaria, eligió el camino de la escritura para seguir batallando contra actitudes políticas a las que les acuñó sus propias palabras como "oligarca" o "vende patria". Muchos conocemos sus obras y sus paradigmáticas frases siempre de actualidad y vigencia. Hoy lleva su nombre una universidad del GBA.

En estos últimos tiempos, los argentinos somos testigos de que algunos (¿muchos, pocos?) periodistas locales y hasta extranjeros- que se llaman a sí mismos “independientes”-  son cuestionados e interpelados como nunca antes, por una sociedad más crítica que les reclama más compromiso con sus ideas y convicciones que obediencia debida a sus patrones mediáticos o a los caprichos políticos de gobernantes incapaces.
Tal vez, recordar en estas circunstancias a Arturo Jauretche, como referente de escritor íntegro y fiel a sus ideales, sea lo más oportuno; ya que no sólo se debe practicar la democracia desde el estrado político, sino también desde la palabra del comunicador. Cuando ésta intencionadamente desinformada, deformada y devaluada, nos aleja del destino deseado y soñado desde hace más de 200 años.

Prof. Ana María Salvador