El próximo viernes 16 de agosto, de 18:30 a 20:30 hs, en el Ex Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio "El Olimpo" (Ex CCDTyE "Olimpo"), sito en Ramón L. Falcón 4250, el Espacio para la Memoria y la Promoción de los Derechos Humanos Ex CCDTyE "Olimpo", conjuntamente con la Mesa de Trabajo y Consenso del Espacio para la Memoria Ex CCDTyE "Olimpo", llevarán a cabo un acto homenaje a los compañeros allí detenidos y desaparecidos. Así, a 41 años del comienzo del funcionamiento de dicho CCDTyE, y a 15 de la recuperación del predio, se presentará el proyecto "Indicios de la Resistencia - Materialidades Indómitas". Además, será proyectado un video sobre el desarrollo de la parquización y se inaugurará la biblioteca al paso "Cacho Acosta", contando con la participación de músicos invitados.

Cabe recordar que, a lo largo de los años, el predio fue destinado a distintos fines, habiendo sido inicialmente la estación terminal de distintas líneas de tranvías. Con el tiempo, empezó a operar como terminal de líneas de colectivos, para luego instalarse allí una Planta de Verificación Vehicular. Sin embargo, el destino que dejó marcada a fuego su identidad en la memoria de los habitantes de los barrios del Oeste de la Ciudad fue el que se le dio entre el 16 de agosto de 1978 y un día indefinido de enero de 1979. Durante esos aproximadamente cinco meses, el predio limitado por las calles Ramón L. Falcón, Lacarra, Fernández, Rafaela y Olivera fue ocupado por uno de los CCDTyE de la dictadura cívico-militar más tristemente recordados. Por sus características, permitió el alojamiento de manera simultánea de alrededor de un centenar y medio de prisioneros, estimándose que por allí pasaron cerca de 1500 detenidos.

Luego de aquella época oscura, los vecinos empezaron a buscarle al predio un destino más humano y digno. Así, desde 1998 se llevaron a cabo reuniones de vecinos en el Parque Avellaneda, las que tenían como slogan “Buscando un destino de uso público para El Olimpo”. El objetivo de estas reuniones era el de promover de manera anticipada una planificación participativa para su recuperación, de modo de poner al predio al servicio de los barrios del Oeste. Por lo tanto, no debía funcionar solamente como un espacio dedicado a la memoria y a la promoción y toma de conciencia de los Derechos Humanos, sino que debía servir además como un ámbito promotor de prácticas políticas participativas y democráticas.

Así, en una gacetilla de la época los vecinos afirmaban que: "si ayer el predio sirvió a los objetivos ocultos de una trama de poder arbitrario que se creía impune, hoy se lo debe pensar y organizar desde un nuevo entramado público, abierto y transparente. Que incluya a todos los actores de la sociedad y del estado interesados e involucrados en aquellas cuestiones. Que quieran pensar un Olimpo de puertas abiertas a la vida, a la memoria, a la diversidad étnica, cultural e ideológica. Donde el vecino ciudadano participe en la elaboración y la ejecución de todas las decisiones dejando atrás todo tipo de clientelismo".

En esta línea, el proyecto debía llevarse a cabo sin dejar de contemplar dos perspectivas complementarias. En primer lugar, la consideración del predio como patrimonio de la ciudad, y en especial de los barrios del Oeste; en segundo lugar, consagrando al Olimpo a la promoción de temáticas como la vida, los Derechos Humanos, la identidad cultural, la memoria, la inclusión y la justicia social. En respuesta a ello, el predio fue destinado a actividades y aprendizajes que dieron lugar a la intervención activa y comprometida de los vecinos en dichas cuestiones.

Redacción Línea Oeste