La Mesa de Trabajo y Consenso (MTC) desde el Grupo de la Estrategia de Medio Ambiente (GEMA), inició la plantación del Jardín de Polinizadores o Jardín de Mariposas, ubicado en la zona de la Wak’a, piedra sagrada donde se constituye el lugar de encuentro y celebración de los pueblos originarios.

Demostrando que recuperar es lo suyo, sin especulaciones. Hoy le toca a la biodiversidad, desde la gestión asociada, como herramienta de verdadera transformación socioambiental del territorio.

La recuperación del ambiente en el Parque Avellaneda comenzó hace más de 30 años. Con la participación de numerosos vecinos, en el año 1989 se fundó el Centro de Estudios Sociales y Actividades Vecinales (CESAV). A través de diferentes expresiones artísticas y culturales, estos vecinos comenzaron a recuperar el Parque promoviendo la apropiación social del patrimonio histórico y natural.

En el año 2003 la Legislatura porteña declaró al Parque como “Unidad Ambiental y de Gestión”, por medio de la Ley 1153, y a la MTC como el ámbito donde se deberán tomar las decisiones de la Gestión Asociada entre el Gobierno de la Ciudad, los trabajadores y vecinos interesados en participar.

Hoy en día, resuena más fuerte el concepto de “cuidado del medio ambiente” en el mundo entero, debido a la pandemia de COVID-19, los incendios producidos en diferentes territorios de nuestro planeta, el cambio climático y la contaminación desmesurada, poniéndose en juego la salud de todas las personas. Por estas razones el Grupo de Arbolado que integra el GEMA, además de embellecer el paisaje, viene trabajando en un proyecto para volver más saludable el ecosistema del parque, elaborando un jardín con plantas nativas, que entregan alimento a las mariposas, colibríes y abejas, entre otros agentes polinizadores.

Este logro es el resultado de una construcción colectiva en el marco de la MTC, donde participan vecinos, funcionarios de la Agencia de Protección Ambiental (APRA) y de la Dirección General de Arbolado, Autopistas Urbanas Sociedad Anónima (AUSA), integrantes de la Junta Comunal, gestionando entre todos, en principio, el aporte de 40 ejemplares de árboles para distribuir por todo el perímetro del parque y las plantas polinizadoras, aromáticas y medicinales, que se colocaron en el mencionado Jardín de Mariposas.

Habiendo transcurrido más de tres décadas de lucha por la recuperación del parque, a base de acuerdos y consensos, este espacio sigue abierto a la participación, sumando a los grupos de trabajo a todo aquél interesado en el trabajo colectivo y solidario.

Sus integrantes manifiestan que se debe respetar la ley 1153/03 sin ambigüedades. Para esto, la MTC plantea tres ejes para el nuevo debate: la necesidad de recuperar la memoria y repensar los territorios más allá de las divisiones políticas; la construcción de redes socio-gubernamentales para la planificación-gestión de esos territorios y la implementación de metodologías que construyan políticas públicas con participación popular.

Denuncian la ausencia de un administrador en el Parque Avellaneda, que debe ser  nombrado por el Ministerio de Ambiente y Espacio Público (MAyEP) de la Ciudad. Y reclaman la participación del Jefe de la Comuna 9, Maximiliano Mosquera, como representante del Gobierno de la Ciudad, en los Plenarios de la MTC, ya que el mantenimiento del Parque se traspasó al ámbito de dicha Comuna.

Además, todo este trabajo del Grupo de Arbolado se ve perjudicado por la falta de agua en el Parque Avellaneda, ya que no funciona ninguna de las tres bombas de agua que se encuentran en el parque, y los ejemplares que fueron plantados hasta el día de hoy dependen momentáneamente, de un camión cisterna que abastece el riego.

Los Plenarios de la MTC son públicos y abiertos a la comunidad. Se realizan virtualmente debido al Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio producto de la pandemia, los terceros lunes de cada mes a las 18:30 hs, a través de la plataforma ZOOM, convocando y difundiendo por medio de las redes sociales.

La página de facebook, para más información : Parque Avellaneda2 MTC.

A continuación se detalla el Acuerdo N° 277 del Plenario 254 del 24 de Agosto de 2020, de la Mesa de Trabajo y Consenso del Parque Avellaneda:

“Se acuerda avanzar con el proyecto de mejoramiento de la biodiversidad y enriquecimiento de la flora nativa, presentado por el Grupo de Arbolado, el cual incluye:

- La protección y mejoramiento paisajístico del entorno de la Wak’a.

- La regeneración urbanística y ambiental del espacio del Parque, limitado por la autopista y el camino interno entre el Vivero y las Canchas Peuser.

- La reposición de ejemplares arbóreos en la zona más cercana a las avenidas Directorio y Lacarra.

El actual proyecto propone la intervención de una lengua de tierra que toma parte del camino  del límite con el vivero y se interna varios metros hacia adentro, luego de la pista para correr. Se presenta una zonificación que permitirá aprovechar el espacio para recuperar simbólicamente parte del paisaje natural histórico en que se encuentra el parque, revalorizar la expresión local de la naturaleza y su biodiversidad, aumentar los servicios ambientales que presta el parque a la ciudad, combatiendo el cambio climático y la contaminación proveniente del autopista, tener un espacio paisajístico recreativo, incluir múltiples propuestas educativas que consoliden al Parque Avellaneda como espacio educador en las Aulas a Cielo Abierto, promover el avistaje de aves, más otras actividades que surjan en el futuro, todas relacionadas con la dimensión ambiental y articulando con la demás estrategias.

A su vez este proyecto inicia el biocorredor dentro del Plan de áreas verdes del sudoeste porteño de la Estrategia Regional Urbana, conectándose con el Boulevard de la traza del arroyo Cildáñez, el Parque Alberdi y el Parque Indoamericano.

A todo esto se deberá sumar la continuidad en la recomposición de todo el espacio deteriorado, principalmente por la presencia de la autopista.

Esto significa ampliar la dimensión del proyecto, incluyendo el futuro de las actividades deportivas que allí se desarrollan, sumar el parque de calistenia, la conectividad con la huerta agroecológica y lograr el acondicionamiento para permitir la accesibilidad correspondiente a las necesidades de las distintas áreas y el público usuario del espacio”.

Ana Laura Ruoti